domingo, 10 de febrero de 2013

No debería importar la lluvia


Será el hombre la falla. Toda una vida desentonando con el mundo en busca del nosequé de la felicidad. Cada especie en la tierra que habitamos nos da su muestra, como si la sabiduría se hubiese repartido en diminutos reflejos. Y así andamos nosotros, errando y volviendo, corrigiendo nuestros síntomas de sentimiento incompleto. La planta es feliz con el agua y el perro con su hueso, aunque esa sea nuestra idea, porque ninguno alguna vez habló para contarlo. ¿Y si al rosal no le importa la lluvia?  Es que nadie le habló de su muerte, la felicidad abrumada por  el conocimiento, su asemejanza son recuerdos de pequeñas tranquilidades. No más que eso. 

                                           Pintura: Ernesto Rancaño, "El cuadro feliz" 

No hay comentarios: