Los productos de copetín no son lo que eran. Quizás el hecho de compartir la mesa de picadas, a veces en la misma bandeja, los llevó a querer ser otro y caer en la dominación de sabores colegas. La papa frita ahora quiere ser jamón mediterráneo, el palito quiere ser queso y la tostada quiere ser capresse. Chizito, resistí. Sos nuestra última esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario