miércoles, 28 de julio de 2010

Lo que leí en ocultos


Ocultos 31

En mis manos tengo un ejemplar de un diario atípico. Sus líneas tratan algunos temas menores y hablan de un lugar en el mundo donde no pasa demasiado, quizás digo esto porque prevalece lo humano y entonces, incurro en el avisado error de creer que eso es poco. Llegó a mis manos gracias a un amigo, un buscador de lugares imposibles. Le prometí no divulgar el sitio geográfico donde se encuentra ésta gente, así que sólo procederé a relatar algunas notas destacadas.

Diario del 27 de julio de 2010

Actualidad

El bostezo más largo del día se produjo a las tres menos cuarto en la plaza López, en el quinto banco que mira a la fuente, la misma que días atrás fue noticia cuando un graffiti avisaba que el hombre feliz tiene razón. Felizmente la  gente se juntó y aplaudió éste hecho.


Problema vial

El señor de los cordones largos no pudo avanzar y el tránsito fue caótico. Una mujer pisaba el cordón de su pie derecho y otra mujer el cordón de su pie izquierdo. Le pedían a coro una definición inmediata.

Lamentable incidente

Un hombre de noventa y nueve años falleció ésta mañana. Mañana cumpliría cien y eso era lo que éste hombre más quería en su vida. Pero esa mañana no llegó, y  alguien llamó, y canceló una torta.

Pensamiento del día

Nuestros dichos y
una máquina de escribir
pueden volver atrás

golpear con el martillo
alguna palabra expresada
la tinta se adhiere
se fusiona
ahora es algo nuevo
distinto
pero la palabra
la primera palabra
quedará enmendada


Deportes

Nuestro jugador estrella de treinta y nueve millones de dólares conoció a una chica de indescifrable valor, cenaron en un restaurante de trescientos pesos y el le prometió un viaje de cinco mil dólares. Ella dejó su trabajo de dos mil quinientos pesos y le dijo que si, en la boda de trescientos mil euros. Viajaron a una luna de miel de varios miles de yenes.
 Y pasó el tiempo.
 El psicólogo de él, de cuatroscientos pesos la hora, dijo que estar bien tiene su precio. La madre de ella dijo: qué barbaridad, en las revistas se los veía tan lindos.

Curiosidad del día 1  

Una mujer intentó ocultar su tristeza, justo en el día de la lluvia, de la sequía de gente en la calle, de los buñuelos fríos del domingo,  del álbum de fotos, de la carta de más de diez años, de la brisa helada contra la ventana donde todavía se lee te quiero.

Curiosidad del día 2

Nuestro intendente se niega a usar facebook y olvidó llamar a su madre por su cumpleaños.

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Los adivinadores
Adivinamos su pasado, pida turno porque sabemos que no lo hizo antes. Reparamos el pasado en el presente para un futuro mejor
No lo olvide, recuerde, no lo olvide, recuerde, no, no creemos que venga, ya se está olvidando de todo.

Publicidad 2
Soluciones para pintores o dibujantes poco creativos
El nuevo barro inteligent  ensucia mucho más, más profundo, llega hasta el alma. Siéntase mal un rato y espere la transición hacia la calma con lápiz o pincel en mano. 

Espectáculos

En el día de hoy y hasta la semana que viene se presentará el famoso grupo “los alisadores de asfalto”, nos mostrarán su colección de cosas que encuentran en la calle. Los objetos van desde una abuela perdida hasta un pequeño alfiler en un pajar, pasando por botellas de plástico, botellas de plástico, envoltorios de alfajores y botellas de plástico. Todo encontrado en ese orden.


Economía del pueblo

La medianera del hotel lindero me permitía ver una parte de la escena de la calle, entonces, sólo veía una mano y parte de un saco azul. Veía también un portafolio en el piso y varios billetes desparramados que pronto levantarían vuelo gracias al viento. No se trataba de entradas de circo o publicidades de financieras. Quise saber más. Indagué a una persona cualquiera, que pasaba por ahí y ante mi pregunta, detectaría mi falta de temporalidad con el lugar.  Mire, no se trata de las personas como usted cree -me dijo-, se trata de la esquina, en ese lugar la gente se para a devolver lo que le sobra. En ese momento hizo un silencio que yo acompañé, el necesario tiempo en pausa para que pueda proseguir su relato, pero sólo agregó. En esa esquina me dejaron.

  
Música

Lejos de la avenida ocurre un concierto sin músicos. Una madera que sostiene a un toldo golpea rítmicamente contra un metal circular, éste vibra y lo hace esperando la cachetada del viento contra una lona. Algunos pájaros acompañan en forma intermitente. La entrada es libre y gratuita-


Sección cultura del diario
Dos poemas

Mujer que dice chau -Eduardo Galeano

Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También me llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ese fue el día en que empezó la suerte.
Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas decíamos, todas las cosas cada vez mejores que nos van a pasar).
No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, pueden decir a nadie lo que ha sido.

  

Respuesta. De Pilar Almagro Paz, escritora Rosarina. 

ya pasó 

el subte la fiebre la noche el invierno el hambre la siesta la intención el número del gordo de navidad la ola el furor mi odio y decir odio
ya pasó el caminar la duda el pueblo la transpiración el silencio la tarde el oasis la mentira el viento la imagen de mi en la paloma la imagen de mi en humahuaca la imagen de mi en la escalera de mi patio el track 01. la posibilidad de conocer más el sur la poca cosa loca el cielo el agua el mar la obsesión la imagen de mi lisa la imagen de mi plana la imagen el tiempo la mano el brazo la soga la letra el telón la toalla el humo el deseo
y la respuesta

ya paso.

Éste diario se terminó de imprimir ahora mismo.

sábado, 24 de julio de 2010

The cartu show - Las palabras que toqué



Las palabras que toqué es el título de mi ultimo disco de raíces electroacústicas, con bases house, chill out y electro sobre poemas de grandes escritores conocidos.


Para escuchar los temas entrá aquí www.cartushow.blogspot.com


si querés un disco sólo pídelo baby, es arte free, gratis, gratarola!  



miércoles, 7 de julio de 2010

La espátula poética


  Una frase o una palabra escondida de nada sirven en un futuro creativo. Uso este espacio como un baúl de juguetes o como caja de revoltijos y entreveros. Algunas conclusiones quedarán estériles y huérfanas o se perderán para siempre en el espacio. De algunas otras me tomaré mas adelante para trabajarlas y darle forma como arcilla arenosa en los dedos. Limpiaré lo que no sirva, seré una espátula poética, si, eso seré. 
   
 Nota:  Algunas ideas tienen dueño, algunas ideas son compartidas y algunas las soñé dichas por otro, pero creo que nada es mio del todo, tampoco tuyo. 

lo que me pasó en día miércoles cualquiera,como hoy. 

(cartu/mariana martinez)
La mayoría de las monjas manejan combis, será que trasladan donaciones 

(cartu)
Cuando cinco o más obreros de la construcción se reúnen pueden pasar dos cosas. La primer cosa es una obviedad pero la segunda cosa me interesa más; es que alguna macana se mandaron y el arquitecto estará enojado. 

(pilar)
A la mayoría de los plomeros se le ve la raya

(edu negromo)
la vida es una sucesión de asados y porrones

(cartu)
En las ferreterías siempre hay que esperar, si entrás a una ferretería y no hay nadie seguramente no tienen lo que buscas o entraste a otro comercio. 


el póster de Lerner me da como, no se, si hay algo que no puedo describir es la cara de Lerner con sombrero texano.

las motos en la vereda anuncian que uno se está acercando a una repartición pública o sanatorio. 

Los inspectores de tránsito están siempre muy aburridos cuando cuidan una obra en construcción. 

El mundial de fútbol es una porquería para treinta y un países que participaron y para todos los que no llegaron a participar

un abuelo con la radio en el bolsillo a todo volumen se pasea por el centro y pone cara de yo no fui. Y no pasa más que eso. 

en la reunión de consorcio de ayer un inquilino insistía en exponer que nuestra casa comienza en el palier, que hay que cuidarlo. Yo me imagine con un velador y un sillón leyendo en pantuflas y saludando al que pasa.

Messi está chinchudo, no se porqué, pero lo imagino enojado, muy molesto. Me imagino que su Ipod se quedó sin pilas, me imagino reclamando caprichoso en el service. 

(una señora hoy en la radio)
hay tantas cosas que hacer antes de un monumento a Maradona....Y si señora, siempre va a haber cosas antes y cosas después. 

las personas que tienen garage se enojan mucho si no pueden salir. 

el kiosko de revistas ahora está diez metros más a la derecha. Las noticias no se modificaron ni para la izquierda ni para la derecha. 

Cuando llegué estaba la comida lista y una coca cola en la mesa que al parecer había quedado oculta en el fondo de la heladera. La coca cola es droga pero Cerati esta mal por otras sustancias. 

voy a mandar unos archivos por mail y me van a devolver unos rasguidos de guitarra en otro archivo. Armaremos un tema bossa nova con mi amigo el cabezón, sin vernos. 












domingo, 4 de julio de 2010

El señor de las banderas

La mañana amaneció con una inusitada sensación,  un temor oculto entre gestos de los pocos transeúntes. Nadie hablaba para no tener que decir siempre lo obvio. Todos sabíamos que iba a ser difícil.
 Sobre la calle empedrada del centro de un día laborable algunos corrían, otros se salvaban de ser arrollados por los vehículos, la meta era llegar al minuto cero. La desesperación de no perderse nada aunque se pierda la vida.
  En la vereda alguien encontraba la foto de Messi en una revista del fin de semana, la devolvía al volquete –pensé si así tratamos a los ídolos-.
  En ese momento daba comienzo el partido, y ya estábamos perdiendo cuando el árbitro dio el pitido inicial. El entrenador del equipo contrario sabía nuestras debilidades, entendía lo que en realidad siempre fuimos- y esto corre por mi cuenta-  un equipo partido al medio.
    Hubo alguien más que lo supo, alguien que se anticipó al resto.
    El señor de la esquina de los dos bulevares comenzó a guardar las banderas azules y blancas en su bolso negro, cuarenta y cinco minutos antes del final. Las desmontó una a una de sus broches, no las quiso ver flamear. Yo quería creer que había tenido una urgencia, que guardaba todo para seguir el partido en el bar, que había quedado con alguien para encontrarse, pero no. En el fondo sabemos, y nosotros todos lo sabemos, que ante lo inevitable podemos permanecer y esperar, o escapar rápido. Sabemos que  las pasiones no tienen explicación. Sabemos que  cuando no se logra lo esperado, la ilusión se encamina ante dos puertas posibles, la tristeza o la bronca
Los que sufrimos no creemos en los que ya están mirando para adelante. Ni en que no te importe nada. Tampoco en el análisis, que cuanto más frío, se aleja por completo de lo que sucedió.
Los que sufrimos, expresamos, lo que seguro y por lo bajo habrá pensado el señor de las banderas mientras volvía a su casa (Solo esperemos que no encuentre en el camino otra voz que se le acople, yo lo he escuchado maldecir y les aseguro que no va a parar).