lunes, 11 de agosto de 2008

Charlaba con Alejo.




Charlaba con Alejo, mi vecino, mucha gente, semana de compras y en el shopping no se podía caminar, huecos sin gente por algunos instantes aliviaba y me permitía hablar de alguna otra cosa que no sea comercial, una pequeña liberación dentro del caos de la compra y venta frenética.
De pronto se acerca un niño de apenas 12 años, me empuja violentamente, le impedía su paso sin querer, miro a la madre cuando me empuja también y me increpa advirtiéndome que debía salirme de su turbado paso.
Quedo atónito y sorprendido, mi falta de reacción ante la sorpresa me impidió retrucar con alguna sutileza, propia de mi tranquila personalidad.
Alejo molesto, se enojaba por lo sucedido y encendía mi mecha.
Tanto que decidí salir a buscar a los agresores entre la masa de gente, no los encontraba y comencé a subir la velocidad de mis pasos.
Empujo a una señora que me impedía mi camino y ……

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