Nos tomamos de las manos, y no hizo falta decir más, cruzamos los afectos desde la yema de los dedos, no queríamos dejar de sentirnos de esa manera. Quise irme, a veces queremos evitar, me retuvo con masajes en los nudillos, él a mi y yo a él. Quizás las manos sean las partes más sensibles del cuerpo,pensé. Nos despedimos de esa manera, sin palabras es mejor. Al salir de la casa lloré, como cada vez que iba a visitarlo, pero esas cosas quedan afuera conmigo. Guardaré ese recuerdo como el último intenso.
Luego llegaron las pastillas para que no piense, sienta o le duela, el comercio médico, tubos de oxígeno y un pequeño robot con un sonido de motor constante que reemplazaba su pulmón. Ahora, cada vez que siento ese sonido caigo en creer que sigue vivo.
Luego llegaron las pastillas para que no piense, sienta o le duela, el comercio médico, tubos de oxígeno y un pequeño robot con un sonido de motor constante que reemplazaba su pulmón. Ahora, cada vez que siento ese sonido caigo en creer que sigue vivo.
4 comentarios:
Terrible texto Patricio, como los ángeles de Rilke
Cada vez que tuve la oportunidad de charlar con el me enseño algo. Desbordaba experiencia y la compartió generosamente.
Un gran tipo. Ese es mi recuerdo.
Abrazo.
Se fue un buen tipo, una buena persona que siempre me paraba por la calle y me hacía un chiste, lo bueno es que ahora no va sufrir más, va a descansar y cuidar de su familia desde arriba por que ahora es un ángel más. Saludos a flia en este momento.
Siempre me invitaba a festejar algo familiar y como, un gran homenaje me asaba una colita de cuadril fantastica que Lidia previamente compraba y asi sencillamente..festejabamos el habernos conocido y ser los abuelos de Francisca..fue un placer..y lo extrañare mucho..
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