La potencia de esta frase del Dalái Lama es impresionante, solo 3 palabras –
Trataré de dar mi humilde opinión.
Obviamente esto esta ligado a las relaciones interpersonales, ser egoísta con uno mismo no tiene sentido excepto que quisiésemos reprimirnos.
La nivelación y el uso de la inteligencia nos mantiene a mitad de camino entre ser un egoísta extremo y una falta de carácter por ejemplo.
Cuando se dan situaciones donde no ponemos límites la otra parte se acomoda y al acomodarse adopta una actitud de libertinaje que sería el extremo de la libertad.
Entonces la importancia de buscar el justo medio cobra un valor preponderante-
Cuando se dan situaciones a la inversa donde no se deja hacer, esta otra parte necesita imperiosamente conseguir lo que se prohibe.
Pienso en el egocentrismo de cada uno no como algo malo, porque en definitiva es un eje importante. El problema es cuando no tenemos este ego en el centro y tenemos situaciones de ego desmedido (necesidad de figurar, de ser vistos, de llamar la atención) o ego muy caído (baja autoestima, persona victimizada, por ej)
Creo que el objetivo para una armoniosa vida de relaciones es saber moverse dentro del punto justo con la otra persona, y en lo posible posibilitar medios para que esta persona escale y mejore.
Y no es fácil, cada palabra mal usada o cada prolongado silencio interfiere a la otra persona, porque hay silencios crueles señores.
Si nos pasamos adulando (+) a una persona en el momento que no lo hagamos esta persona se encontrará desconcertada.
Si nos pasamos criticando (-) a alguien en mala manera esta persona mostrará una barrera, su ego no va a querer ser disminuido.
Al final todo es matemático porque buscamos el nivel y de ahí que ningún extremo sea bueno.
Tampoco vamos a ir por la vida hablando en neutro, por eso es bueno marcar los límites, nuestros limites sin que con esta actitud molestemos al otro, de eso se trata.
Esto esta en la Biblia, pero no se si la iglesia lo entendió.
Les dejo una frase de Ayn Rand. byes!!!
Juro-por mi vida y el amor que siento por ella-que nunca viviré para otro hombre ni pediré a otro hombre que viva para mí.
Ayn Rand (seudónimo de Alissa Zinovievna Rosenbaum, San Petersburgo, Rusia, 2 de febrero de 1905 - Nueva York, Estados Unidos, 6 de marzo de 1982), filósofa y escritora estadounidense de origen ruso.
Nació en una familia judía, aunque no practicante, si bien, ella misma afirmaba ser atea.
Ayn Rand creó su propio sistema filosófico, al que llamó objetivismo, describiéndolo como la "filosofía para vivir en la tierra".
El objetivismo es descrito como un sistema integrado de pensamiento que define principios abstractos en los que el hombre debe pensar y actuar si es que quiere vivir la vida propia de un hombre. La filosofía y la ficción de Ayn Rand enfatizan sus conceptos de individualismo, egoísmo racional y capitalismo.
Rand sostenía que el hombre debe elegir sus valores y sus acciones mediante la razón, que cada individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí, y que nadie tiene derecho a buscar valores de otros ni a imponerles ideas mediante la fuerza física.
Teniendo la convicción de que los gobiernos tienen una función legítima pero limitada, a Ayn Rand no se la puede confundir en absoluto con una anarquista, pudiendo en cambio ser considerada como una liberal y minarquista, pese a que ella nunca se aplicó este último término a sí misma. Aún cuando muchas de las ideas y principios de Ayn Rand se encontraban ya presentes en forma germinal en las obras de Frédéric Bastiat, ella siempre consideró sus ideas contribuciones originales.
La influencia de Ayn Rand como autora literaria es mayor que su influencia estricta como filósofa y creadora del "objetivismo".