miércoles, 16 de septiembre de 2009

Minuto 13


Algo extraño. El segundero del reloj de la plaza, en Dübendorf, se detenía por sesenta segundos cuando la aguja llegaba al minuto trece. Luego retomaba con normalidad el ciclo incansable. No sólo la aguja se detenía sino todos sus habitantes. Quien no lo hacía corría el riesgo de ser tomado como turista o rebelde. La secuencia y la pausa constituían lo conocido de esa comarca que veía con recelo la posibilidad de una vida sin interrupciones. Casi no necesitaban bajar la vista al reloj. Esperaban el ciclo y emprendían con exactitud el acto inmóvil. El minuto trece, cuajaba el ritmo en dos mitades.
Se suspendía la actividad urbana en ese instante y el congelado de acciones alcanzaba a deportistas, comerciantes, ancianos, niños y artistas que suspendían de a ratos la inspiración. Quedaban las preguntas incisivas para ese momento, esperando respuestas elaboradas. Las leyes de tránsito hablaban sobre la importancia del minuto doce. Las normas de convivencia sugerían ceder el asiento a las embarazadas durante la espera.
Durante ese tiempo en pausa, los habitantes de Dübendorf quedaban en silencio descansando de sus pensamientos, dirigiendo las miradas hacia ningún punto en particular. El lugar se calmaba como el impulso previo a la exhalación de aire de los pulmones.
El pequeño pueblo Suizo, conocido por la gran cantidad de asientos sobre las veredas, entregaba un reloj al recién nacido que debía conservar hasta el momento de la muerte; que los tomaba por sorpresa, como a los enamorados, que no saben nada de esperas.

sábado, 22 de agosto de 2009

Apostando un verdolaga

Encurdado
con el dos de copa en la camisa
caminaste guapo

mancada en la flor
mordiste el cordón de la derrota
el día que la pebeta se te escapo con un gil

ya no te ves como un taura
no le haces frente al torniyo
ni a la garúa de abril

sotreta de saladillo
te morfaste una marimba
mas después una marusa
quedando como un merengue

y si te pegás el raje
que pena me da el ponchaso
a nadie le gusta hacer sapo
y menos un carcamán

encurdado
guardá la carta, guardá
que ya estoy pelando espadas
y Truco canto nomás.
Verdolaga: Billete de diez pesos que circuló hasta 1947

viernes, 21 de agosto de 2009

En voz alta 3


Hola a todos, ya está a la venta por solo 3 australes, la revista En Voz Alta, de amigos por cierto, en todas las librerias de la ciudad.
Incluye fotos de pilar Almagro Paz (pilie)
y un texto de mi autoría : Fumigador espacial , seleccionado en la convocatoria.
gracie!!!

miércoles, 12 de agosto de 2009

Lectura :Historias caminadas

Lectura del día 10 de agosto de 2009 en la SUB SEDE , San Lorenzo y Entre Rios

Ciclo Arte por la Paz, representando al Taller de Marcelo Scalona

martes, 4 de agosto de 2009

La colectiva, muestra fotográfica

El jueves 6 de agosto los espero en el CEC, exposición fotográfica !!!!!!!!!!!!! 20:00 hs

Transustancia

un nuevo impulso
asocia transformaciones
intenta destreza
desea la suerte

el juego
transustancia la quietud
domina voluntades
crea.

martes, 21 de julio de 2009

Historias caminadas (2)




Mal agüero.


El vendedor de paragüas apuraba su grito. Insistía, invocaba. Quería que lloviese.


Juego de lluvia


La zigzagueante y errática propuesta de evitar los charcos. Un juego con disfraz. Botas, pilotos, paragüas y la astucia para no ser mojados.

Argentina 2018

Me había quemado con leche.Nunca lloré.

Perdido global.

No encuentro la manera de llegar a mi GPS


Respeto argentino

Estaba próximo a mi objetivo. Debía decidir de manera inmediata, sin lugar a titubeos. Tiraba por la borda mi última hora pasada. Tomé la decisión. Corrí. Esquivé a dos niños que jugaban con un auto de plástico sobre el piso de mármol y a una señora que dejé con la intención de preguntarme algo. No podía sostenerlo más. Intenté esforzarme trasladando imaginariamente mayor movilidad a mis pies. Cuando casi daba todo por perdido, las puertas de blindex se presentaron. Un esfuerzo más, sólo un poco más. En el límite imaginario que divide el adentro del afuera: estornudé.


Botón.

Botón de la apertura del portón. Botón del auto estéreo que apago. Botón del ascensor, piso ocho. Botón del celular que desconecto. Botón de mi camisa. Botón del televisor que ella apaga. Botón mi ombligo y el tuyo.


Dímelo con flores.

Un mantel de hule con flores. Unas cortinas blancas con dos flores rojas bordadas. Una foto, sobre la repisa de los libros, mostraba un jardín. Compró una hebilla para el pelo y tenía un dibujo que simulaba una flor; pero no quiso macetas en el departamento.

Tres años

Cuatro medias, una sábana, creo que una camisa y pantalón. Si, ahora que se detuvo el viento estoy seguro que es una camisa. Hace tres años podía ver el río.


Vela por nosotros.

Lo empujaron con la fuerza del que nada pierde. Se encontró en el piso. Encontró el piso. Se incorporó lentamente buscando pertenencias. Descubrió que sólo faltaba una bolsa con algunas velas y algo de justicia. Esa noche se desveló.


Programa.

Invitarte a una cena en ese restaurante junto al muelle, quedarnos horas, hacernos bolitas de pan y espuma. En la costa caminata sin retorno. La vuelta zigzagueante para perder el inicio. Refrescarnos en sambayones, granizados y mentas. Acostarnos, desconociendo las formas de la habitación. Perdernos en sueños. Encontrarnos. Perdernos. Encontrarnos…
Pero no. Mejor me callo, es muy tarde. ¿Qué habrá hoy en la tele?


Rosario Streets

Deslicé suavemente mi pie derecho hacia atrás. Antes de llegar al recorrido final, elevé unos centímetros el talón. Casi al mismo tiempo comencé la repetición con mi pie izquierdo. Logré retroceder cincuenta centímetros cuando una impensada baldosa dañó la planta de mi pie. Tomé asiento en el banco de la plaza, sostuve con mis manos la herida y miré el dibujo desnivelado de la vereda. Michael Jackson tampoco podría.


España y Brown
Siempre hay alguien sentado en “la culpa”.


xxx


-¡Al revés!
-¿así?
-sí, así. Así va mejor jeje.
-ahí pasó.
-agárrese
-¡si ¡
- deje, yo se la pongo.
- muy amable.

(Podría ser una charla de un colectivero renegando con una tarjeta magnética)


Sin cura.

A los médicos hay que esperarlos. Llevo dos horas y media en la clínica y hay una persona superpuesta en mi turno. Ayer, justamente, atendí a un doctor en mi negocio. Estaba apurado.


Bic


Quise rescatar de la vidriera un viejo exhibidor de biromes. La dueña del bazar morirá con él.


Foto : Mientras tanto-Pilar Almagro Paz

miércoles, 8 de julio de 2009

Señoras de mi barrio.


(A volvía de la peluquería, B y C caminaban en busca de un florista para luego dirigirse al cementerio, D salía de la mercería. En la cuadra de la Biblioteca Nacional se encontraron.)

A) -El Vitor se contagió
B) -¡No te puedo creer!
C) -Y… seguro la contagió a la Irma
D) -Con lo miedosa que es la Irma, ¡que lío se le debe haber armado!
A) -Mirá, a mi me dijo que no diga nada, por el laburo que se yo, aparte, no quiere que se comente.
B) C) D) -Quedate tranquila Beatrí, ¡quedate tranquila!
D) -¿Fue al médico o se esta autogestionando?
C) -Automedicando se dice
D) -Ahhh bueno, eso quise decir, ustedes me entienden
A) -Mirá, me dijo que no diga nada pero esta consiguiendo medicamentos en una farmacia de Rioja Y Mitre...se los venden sin receta
B) C) D) -Aaaahhhhhh
C) -Mirá, que haga unos baños de vapor, son buenísimos
D) -Que coma nueces mejor
C) -Alcanfor en el pecho y miel, mucha miel
D) -Pasas de uvas dicen
B) -Que se ate una media en el brazo y coma durazno
C) -No, mejor un traguito de orín y después un pomelo.
D) -Si tiene temperatura mejor que se bañe mas de cuatro horas y vaya de cuerpo.
B) C) -Mmmm si. Puede ser
( Beatriz comienza a pensar en otra cosa, obligaciones del día. Su mirada se pierde)

A) -Bueno chicas, las dejo que le tengo que cuidar el nene a mi nuera.
D) -Uhhh bueno, que te sea leve, ¿como anda ella?
A) -Bien, pero me parece que anda con otro. Uds no digan nada por las dudas.
B) C) D) -Nooo, quedate tranquila beatrí, quedate tranquila.

(Beatriz se aleja. Camina sobre la vereda con paso corto, mirando el piso. Toma fuerte su cartera y dobla al final de la cuadra.)

c) Che, ¿y de qué se contagió el Victor?
d) Uy no se, no le preguntamos




sábado, 4 de julio de 2009

Breve Gripal

Una señora con barbijo lee el diario de la mañana. En la tapa publicitan cincuenta muertes. Los periódicos se venden más ahora, cuenta un canillita. El miedo se propaga de boca en boca atravesando todo tipo de telas o mascaras. La señora mira a un perro que estornuda. Se corre unos metros, se baña en alcohol y tira desinfectante.

La hora de la balanza.

Distintas formas de regresar. En la ciudad de las sombras, un Mercedes Benz no puede competir con los de a pie. Inventamos el caos y el tránsito sólo, para hacer justicia.

Vendedor de lámparas

El vendedor insistía en venderme lo que no tenía, lo que estaba por llegar. Promesas de semana que viene. Me fui del lugar observando mi billetera intacta. En la vidriera, hermosos modelos de lámparas y tulipas. Conté mas de veinte.


Sombras

La mañana invitaba a salir. Busqué abrigos para sincronizar con el invierno de afuera. La oblicuidad del sol jugaba con los aciertos, se escondía de mi posibilidad tras los muros de cemento. Piezas exiguas de delicadeza que se elevan con el simple fin de prohibir algo de luz en las veredas. Caminé entre los grises hasta que conseguí mi premio en siete baldosas. El hallazgo, invitaba a conformarme.

sábado, 27 de junio de 2009

En el sitio de las vacilaciones




somnolencia vertical
latrocinio tiempo de muerte
superpuesto
en imagenes vagas

y mi alma robada
deja
mis sentidos alertas
porque teme
no poder volver

y mi cuerpo
deviene anodino
dejando la materia
permitiendo absorverse

adentrado en el sitio de las vacilaciones

no puedo asegurar
donde estoy
cuando sueño.


*Cuadro de Joan Miró -Abstracto.

martes, 23 de junio de 2009

Escenografía


Un puma y una llama de Perú
Cuatro vasos de Curitiba
Un lapicero de San Marcos
vodka
cincuenta grados
Habano sabor sandía
Y un día
Cuatro botellas tuyas
Acertaron
Entre pocillos de café
Nuestra escenografía.

lunes, 22 de junio de 2009

Tazas de café

Un hilo grueso
enmarañado
abrazaba un periódico de mil novecientos sesenta


cuarenta años
mi inquietud
y miles de labios
acuñaban historias molidas en granos de café



bastó un chasquido de cerámica
para consumar la búsqueda
y resucitar al Grisby*
doce platos, diez cucharas y tres tazas.
para mí
eso era todo.


* Grisby bar: San martin y San Lorenzo, viejo bar al paso de mis abuelos Elena y Francisco. Hoy: terreno asfaltado, garaje céntrico.

lunes, 15 de junio de 2009

Sensores de miedo.



La globalización ha llenado de sensores al mundo.

Era inevitable. La tecnología no se detiene y la comunicación viaja al instante, en este instante.

Nos movemos con velocidad, ¿ para llegar a dónde?

El ritmo de ciudad funciona inversamente proporcional a la calidad de vida. Cuanto mayor es la ciudad peor se vive. Debemos alejarnos unos cientos de kilómetros para respirar mejor y empaparnos de lo que llamamos tranquilidad. Esa sensación que perdemos de a poco. Aturdidos y atestados de gente, viajamos para apreciar un paisaje y descansar de la contaminación visual. Tenemos mucho más miedo cuanto mas sabemos. El mecanismo decodificador no está funcionando o quizás, no está preparado o educado.

Disponemos de la noticia de un nuevo virus casi en el instante en que se está gestando, vivimos en tiempo real el contagio y obtenemos el porcentaje de muertes casi en minutos para todo el mundo. Los medios periodísticos emiten la noticia sin procesar, sin compromiso, sin estudio de las concecuencias. Se escudan en la muletilla de : " Ud debe estar informado ", " la noticia al instante" pero funcionan y son juez y parte del mismo sistema que critican. La noticia en vivo es sin dudas uno de los nuevos sensores de miedo de la sociedad y la televisión el arma letal y cruda.

Sin ir mas lejos, ¿ qué pasó con el Dengue?, los medios periodísticos alertaron y asustaron a la población durante dos semanas, en la tercer semana, me dediqué a buscar información que no pude hallar ni en periódicos ni en noticieros. ¿ Qué es lo que había pasado? ¿ De pronto había desaparecido el mosquito? No, nada de eso. Un nuevo virus amenazaba al mundo y eso ocupaba toda la plana y los espacios periodísticos.

Estamos contaminados y nos dejamos contaminar. Debemos cerrar las barreras a todo lo que nos proponga un miedo comprado en cuotas o a futuro. Desactivar la mayor cantidad de sensores posibles que funcionan como trampas auto impuestas. Buscar la tendencia a lo simple. No vivir tratando de controlar. Respetar el uso y valor de la palabra. Desenrrollar la trama sin sustos ni pánico y si tiene que ser será, pero no porque vos(periodismo tendencioso*) me estas asustando.
* Cuando digo periodismo tendencioso, insisto, es el periodismo que nos merecemos, porque es actual y sale de nuestra gente. Lo bueno es que tiene un antídoto, como todo mal. Se llama ética y moral.

sábado, 2 de mayo de 2009

Trampa óptica


La trampa óptica
entumece la sinergia de pulsos

vida en pausa por un segundo

digiero la sensación
el gusto espeso
el Ansioso cuadro
siendo un ladrón
que se desbanda
con el recuerdo digital
silbando la canción
de la apertura de diafragma

jueves, 30 de abril de 2009

Afectados por defecto.



Mientras la biósfera decide salvarse
emboscadas de temor
circundan los paisajes

invoco a la suerte

pero ella
se desprende

de lo que temo.

jueves, 16 de abril de 2009

Arribando al néctar.




Olvidar el trago amargo
con días de licor dulce

en el transito disuelvo
en las las lágrimas me entierro
en la protesta hiero

emerjo

el paladar siempre espera

seguir bebiendo.

martes, 7 de abril de 2009

Mirada en el bronce



Instante de dos
tres
o más rostros

construidos ahora de luz reflejo
somos espejos nuestros
propios

revelados contra el pentágono que impone la forma
revelados en el bronce
mi movimiento burla tu apariencia
pero ahí estás

dos
tres
o más veces
repetidamente vos
y en cada insistencia
soy fusión


una vez más.

sábado, 4 de abril de 2009

Momentaneo Londres.


Algunos transeúntes
a lo lejos
bruma
espesa

atmósfera elocuente
de mi volante hacia fuera
dentro, un compás Beatle
me recuerda el Londres que nunca pisé


pero solo con mis pies


la sensación se hace metástasis
mientras Ringo enclava el pulso

en mis dedos un rasguido al aire
gravita la nota sutil
y cae


tanto que ahora

es barrida por alguna señora
en alguna casa de mi ciudad.