Astros
En una mesa de poker
alguien está ligando mucho, pasaron tres vueltas y parece que la suerte no va a
moverse de la silla de respaldar rojo. De un momento para otro el señor que
había acumulado la mayoría de las fichas se queda mirando el paño verde vacío.
Vuelve a su casa con menos de lo que había llevado.
Nuestra música ligó allá
por los setentas y principios de los ochenta.
Después de varias manos, la riqueza sonora fue
desapareciendo junto a los maestros ejecutores. Esos astros divinos son
cometas, y por el momento, sólo nos quedará contemplar su estela luminosa.
Quedan los discos como registro y unas lágrimas de vinilo que gotean en los
techos de las casas.
El jugador espera la nueva
baraja, el mazo de cartas guarda un perfecto orden, es una nueva noche con
aires de repetición. El groupier
reparte las fracciones de suerte.
Sobre el adoquinado de una noche de verano que
se convirtió fresca, vimos el reflejo de un cometa. En la galaxia se está
preparando una próxima invasión. Quiero creer que seremos salpicados por la locura de los grandes
para Luis.
para Luis.